Entrevista realizada al General Efraín Rios MonttUn hombre con una trayectoria política de más de 30 años, cuenta parte de su historia, lo vivido durante su exilio en España.
¿Podría explicarme desde su punto de vista histórico su exilio en España?
Yo no fui expulsado de Guatemala, por estar en situación de disponibilidad en el Ejército, el Ministro correspondiente me nombró Agregado Militar a la Embajada de Guatemala ante España.
Políticamente con tal nombramiento determinó el colofón de mi participación en la controversial elección presidencial de 1974, en su oportunidad se me acuso que me había vendido, que el Gobierno me había dado dinero, que había tenido miedo de salir a las calles a reclamar el triunfo del pueblo, pero simplemente eran expresiones de resentimiento y justificación de los frustrados y como a su tiempo toda semilla da su fruto, yo soy el resultado de un doble fraude, porque el Gobierno estaba seguro de que yo había ganado la presidencia, pero éste descubrió el fraude hecho en la municipalidad y entre ellos y sus buenas relaciones, defraudaron a la nación.
Ninguno de los grupos políticos que apoyó mi candidatura me dio
¿Podría explicarme desde su punto de vista histórico su exilio en España?
Yo no fui expulsado de Guatemala, por estar en situación de disponibilidad en el Ejército, el Ministro correspondiente me nombró Agregado Militar a la Embajada de Guatemala ante España.
Políticamente con tal nombramiento determinó el colofón de mi participación en la controversial elección presidencial de 1974, en su oportunidad se me acuso que me había vendido, que el Gobierno me había dado dinero, que había tenido miedo de salir a las calles a reclamar el triunfo del pueblo, pero simplemente eran expresiones de resentimiento y justificación de los frustrados y como a su tiempo toda semilla da su fruto, yo soy el resultado de un doble fraude, porque el Gobierno estaba seguro de que yo había ganado la presidencia, pero éste descubrió el fraude hecho en la municipalidad y entre ellos y sus buenas relaciones, defraudaron a la nación.
Ninguno de los grupos políticos que apoyó mi candidatura me dio
viáticos, gastos de representación y alguna cantidad de dinero ni para hacer la campaña. María Teresa, mi esposa fue la que tomó la iniciativa de hacer cafés para recaudar centavos y con ellos se imprimieron almanaques y fotos y así se ganó la presidencia que nunca ejercimos.
¿Cuáles fueron sus actividades durante este período en el país Europeo?
Como Agregado Militar tenía la representación del Ejército de Guatemala ante los tres Ejércitos españoles, el de tierra, el de agua y el de aire, y fuera de los asuntos propiamente protocolarios y de servicio entre las Fuerzas Armadas y mi asistencia a los requerimientos oficiales del Embajador, me dediqué a asistir a seminarios, conferencias especializadas y cursos complementarios ofrecidos por las Asociaciones de Profesionales en Estudios Geopolíticos tales como: Cátedras Políticas, Económicas y Sociales para diagnosticar el estado psicosocial de un área geográfica determinada.
Desde el punto de vista emocional ¿su vida afectiva se vio damnificada?
Aunque inicialmente tome la situación resultante de las elecciones como un fracaso, poco a poco me di cuenta que la experiencia obtenida me proporcionó además de madurez y carácter, una experiencia incomparable resultante de la relación directa y en las mismas condiciones con todos los sectores económicos, políticos, sociales y culturales de nuestra nación. Ante esta premisa, acepté mi situación no como fruto amargo sino como un primer plato sin instrumentos para comerlo. Estoy convencido de que, como está escrito, “todo lo que se siembra se cosecha” mi participación fue muy precipitada, cuatro meses para hacer la campaña presidencial sin tener la infraestructura civil. Ante este cuadro no pude más que darle gracias a Dios por haberme permitido participar en el evento electoral más emotivo y participativo que ha existido en Guatemala que tenía esperanza en un cambio y en consolidar el sistema democrático de gobierno, pero las ilusiones se perdieron cuando fue anulado como resultado por el fraude del gobierno central apoyado por la municipalidad cuyos personajes continuaron trabajando en la nueva corporación municipal.
Durante este periodo le acompañó su esposa e hija, ¿Cómo describiría la relación entre los tres, mientras vivieron en España?
Nuestra relación fue muy buena, con mi esposa estamos por cumplir 57 años de casados, no he tenido novias ni amantes, estamos conscientes que nacimos el uno para el otro y nuestros hijos han recibido el ejemplo en casa, por esa razón si bien hay cosas que no compartimos no hay motivos para vivir de otra manera, fuimos consecuentes con nuestros hijos y particularmente con nuestra hija quien aprovechó la estadía en España para aprender, hablar y escribir francés, pues estudió en un colegio francés.
¿Cómo fue su relación con sus dos hijos que se quedaron en Guatemala?
Se tornó amorosa, siempre no escribíamos, nuestros hijos eran oficiales del Ejército y ellos permanecieron en los lugares de destino, nuestro hijo Homero, ganó una beca para estudiar medicina en la Universidad de San Carlos y dentro del tiempo requerido se graduó y estuvo trabajando en el Servicio de Sanidad Militar. Nuestro hijo Enrique, estuvo destacado en todos los departamentos de la República, pero obtuvo el grado de General de División y llegó a ser Jefe del Estado Mayor General del Ejército.
¿En qué momento y por qué decidió regresar nuevamente a Guatemala?
Fui invitado por el Ministro de Defensa Nacional para asistir a los actos del Centenario de la Escuela Politécnica y con ese motivo preparé todas
mis maletas y me quedé aquí hasta hoy.
¿Cuáles fueron sus actividades durante este período en el país Europeo?
Como Agregado Militar tenía la representación del Ejército de Guatemala ante los tres Ejércitos españoles, el de tierra, el de agua y el de aire, y fuera de los asuntos propiamente protocolarios y de servicio entre las Fuerzas Armadas y mi asistencia a los requerimientos oficiales del Embajador, me dediqué a asistir a seminarios, conferencias especializadas y cursos complementarios ofrecidos por las Asociaciones de Profesionales en Estudios Geopolíticos tales como: Cátedras Políticas, Económicas y Sociales para diagnosticar el estado psicosocial de un área geográfica determinada.
Desde el punto de vista emocional ¿su vida afectiva se vio damnificada?
Aunque inicialmente tome la situación resultante de las elecciones como un fracaso, poco a poco me di cuenta que la experiencia obtenida me proporcionó además de madurez y carácter, una experiencia incomparable resultante de la relación directa y en las mismas condiciones con todos los sectores económicos, políticos, sociales y culturales de nuestra nación. Ante esta premisa, acepté mi situación no como fruto amargo sino como un primer plato sin instrumentos para comerlo. Estoy convencido de que, como está escrito, “todo lo que se siembra se cosecha” mi participación fue muy precipitada, cuatro meses para hacer la campaña presidencial sin tener la infraestructura civil. Ante este cuadro no pude más que darle gracias a Dios por haberme permitido participar en el evento electoral más emotivo y participativo que ha existido en Guatemala que tenía esperanza en un cambio y en consolidar el sistema democrático de gobierno, pero las ilusiones se perdieron cuando fue anulado como resultado por el fraude del gobierno central apoyado por la municipalidad cuyos personajes continuaron trabajando en la nueva corporación municipal.
Durante este periodo le acompañó su esposa e hija, ¿Cómo describiría la relación entre los tres, mientras vivieron en España?
Nuestra relación fue muy buena, con mi esposa estamos por cumplir 57 años de casados, no he tenido novias ni amantes, estamos conscientes que nacimos el uno para el otro y nuestros hijos han recibido el ejemplo en casa, por esa razón si bien hay cosas que no compartimos no hay motivos para vivir de otra manera, fuimos consecuentes con nuestros hijos y particularmente con nuestra hija quien aprovechó la estadía en España para aprender, hablar y escribir francés, pues estudió en un colegio francés.
¿Cómo fue su relación con sus dos hijos que se quedaron en Guatemala?
Se tornó amorosa, siempre no escribíamos, nuestros hijos eran oficiales del Ejército y ellos permanecieron en los lugares de destino, nuestro hijo Homero, ganó una beca para estudiar medicina en la Universidad de San Carlos y dentro del tiempo requerido se graduó y estuvo trabajando en el Servicio de Sanidad Militar. Nuestro hijo Enrique, estuvo destacado en todos los departamentos de la República, pero obtuvo el grado de General de División y llegó a ser Jefe del Estado Mayor General del Ejército.
¿En qué momento y por qué decidió regresar nuevamente a Guatemala?
Fui invitado por el Ministro de Defensa Nacional para asistir a los actos del Centenario de la Escuela Politécnica y con ese motivo preparé todas
mis maletas y me quedé aquí hasta hoy.José Efraín Ríos Montt, 81 años de edad, General de Brigada retirado, Secretario del FRG durante 18 años, cinco años presidente del organismo legislativo hasta hoy, diputado en tres legislaturas.
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